“El juego sigue sin mí”, Martín Casariego.
Rai es un chico de 19 años, alto y guapo, que se
hace respectar, con un gran corazón, muy buena persona, nada egoísta y un chico
en el que se puede confiar. Es contratado por los padres de Ismael para que le
de clases a este de matemáticas ya que había suspendido. Rai e Ismael hacen un
trato en el que Ismael promete estudiar por su cuenta y aprobar la asignatura a
cambio de que Rai vaya y le enseñe de música y de otros aspectos importantes de
la vida. Con esto quiero decir que Rai, a pesar de tener 5 años más que Ismael,
le confía sus mayores secretos y le cuenta historias de su vida.
Rai es un chico al que le gusta mucho la música,
tanto escucharla como tocar y cantar. Cantaba alguna tarde en un bar, que hasta
las diez estaba abierto para menores, hasta le ofrecieron grabar un disco en
una discográfica aunque finalmente rechazó.
Tuvo un pequeño romance con la hermana de Ismael
pero se acabó pronto, ya que él decía que fuera un rollo del viernes por la
noche, porque él no se quería enamorar de nadie para que no le pasara lo mismo
que a su hermano, Samuel, que se suicida tras dejarse con su novia, Silvia.
Rai perdió a su madre cuando él tenía 2 años, y fue
un golpe muy duro para él, ya que esta era el ejemplo que él quería seguir.
Además pocos años atrás su hermano mayor, Samuel, el que para él había ocupado
el lugar de madre, con el que compartió miles de historias se había suicidado,
con lo cual su vacío aumentó. Quedó con su padre y su madrastra a los cuales
odia, con lo cual, al final de esta historia se va a vivir a Londres.
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