martes, 9 de mayo de 2017

El miedo en Zig Zag


Miedo, sensación de angustia provocada por la presencia de un peligro real o imaginario, un tema que dependiendo de la persona y la situación se puede tomar de diversas maneras. El miedo va ligado también a la desconfianza, y la falta de miedo a la astucia y el engaño.
Creo que el miedo puede llegar a ser bueno, cosa que mucha gente piensa que no, ya que el tener miedo, incluye tener precaución y en ciertos momentos es bueno, en cambio hay veces que es mejor no tenerlo para poder afrontar muchas cosas que se nos ponen delante y nos parecen difíciles.
Actualmente, muchos de nosotros actuamos ante el miedo enfrentándonos a ellos, aunque no siempre es lo correcto.
La ausencia de miedo es algo que nadie, desde mi punto de vista, debe tener, como bien dije antes, el miedo nos ayuda a decidir qué cosas están bien, y cuales están mal, forma parte de nuestro instinto, se podría decir.
En este libro hay una muestra de miedo en ciertos momentos, pero no solo de miedo, sino también de ausencia de este o de enfrentamientos al mismo.
Este libro empieza mostrándonos un engaño, Virgilio se pasa por la casa de los Soler para decir que es hijo del hombre que acababa de morir y así sacarse un poco de dinero, pero la astucia y desconfianza de esta familia se lo complica.
El chico comienza a tener bastante miedo, ya que ve que la viuda y su hija mayor son más listas de lo que él pensaba, y de lo que él estaba acostumbrado ya que en otras escenas como esa, se había salido con la suya ganando 1000 o 2000 euros para no levantar un alboroto al contarse la falsa noticia.
Virgilio vivía en una burbuja de engaños, no solo mentía a las familias a las que les iba con la noticia, sino también a su madre y a sus hermanos.
Este chico a su vez, vive una historia de amor en la que también hay engaños, él está perdidamente enamorado de Lola, pero ella está muy enfadada con él por todo lo que le hizo, y a su vez, Virgilio, se queda embobado cada vez que ve a Violeta, la hija de su supuesto padre.
Un día Violeta va a su casa y es secuestrada con Virgilio por los hombres de Arturo Galobart, en esta escena es en la que más se demuestra el miedo de esta historia, donde se ven encerrados en un sótano, sin saber qué hacer, en el que su astucia y su supuesta inteligencia no les sirven de nada. Violeta, la cual odiaba a Virgilio, se ve obligada a empezar a llevarse mejor con él, ya que van a tener que superar ese miedo juntos.
A su vez, Virgilio, sentía miedo e impotencia por poder llegar a perder a Lola, con la cual había quedado esa misma noche para cenar, y a la que obviamente iba a fallar. No se equivocaba, Lola se vuelve a enfadar con él aunque al final de la historia Virgilio va a intentar reconquistarla.
Al final descubren que el padre de Violeta, el muerto, era un farsante, que tenía una cuenta en Suiza con mucho dinero, y que según su herencia le quedaría a su hijo mayor, osea Virgilio, aunque fuera una mentira, por eso habían sido secuestrados, para que Virgilio firmara un papel para renunciar a esa cuenta.
Para mi gusto, en esta historia se muestran más escenas de ausencia de miedo, engaño y astucia, que de miedo, ya que al final pocos de los personajes se salvan de ser unos farsantes.

En reflexión a este tema, no tengo mucho que decir, y es que el miedo siempre debería estar presente en todos nosotros, ya que a veces el miedo nos puede ayudar a evitar ciertos casos. Pero a su vez, también hay que ser valientes y saber enfrentarse a los miedos.

lunes, 1 de mayo de 2017

Artículo de opinión

"El Baile tradicional Gallego"

     El baile tradicional hoy en día está bajo muchos estereotipos. ¿Por qué en la mayoría de los grupos que se dedican a transmitir la tradición gallega hay un alto porcentaje de chicas y muy poco de chicos? ¿Acaso los chicos no son un colectivo que puedan transmitir nuestra tradición? ¿O quizás, como en algunas profesiones, el bailar y el cantar, es cosa de chicas?
     Pues no, a pesar de ser minoría, los chicos son fieles transmisores de nuestra tradición, pues antiguamente en las romerías, fiestas, foliadas… siempre se bailaba en pareja.
     A pesar de la época en la que estamos, hay mucha gente que sigue relacionando unas actividades con el género masculino y otras con el femenino, así es que en gimnasia rítmica por ejemplo, es muy difícil encontrar niños o en ajedrez una niña.
     Pues eso se extrapola al baile y música tradicional gallegos. Es difícil encontrar chicos en una escuela de baile tradicional, pero también es cierto que los que hay destacan positivamente, y es aquí donde se demuestra que transmiten nuestra tradición a la perfección.
     Si hablamos de la música la cosa cambia, ya que los gaiteros son mayoritariamente chicos, posiblemente porque en tiempos antiguos si era una tradición transmitida por el género masculino.
     Afortunadamente esta visión está cambiando y ya hace años que empezamos a ver gaiteras en los grupos de música tradicional gallega. ¿Quizás a raíz de hacerse famosas Susana Seivane o Cristina Pato?
     De igual manera los grupos profesionales sí cuentan con parejas mixtas en las que podemos deleitarnos con sus bailes perfectamente ejecutados.

     Es un placer ver como también en este ámbito la sociedad se adapta a la época en la que vivimos.